¿Cómo puedo identificar si mi hijo tiene algún problema de aprendizaje?

No todos los niños/as aprenden con la misma facilidad, sino que cada uno lleva un ritmo que deberemos respetar sin ejercer presión. Aun así, en algunos casos, el retraso en el aprendizaje se debe a algún tipo de barrera o trastorno que es necesario brindar herramientas a nivel integral y adaptar los procesos de enseñanza para un exitoso rendimiento académico.

Desde el principio de la etapa de aprendizaje, los padres de familia y docentes a cargo, deben de estar atentos a posibles indicios que delaten que el estudiante pueda tener algún tipo de barrera con el aprendizaje.

Esto puede ser más visible en procesos concretos como en asimilación de conceptos, procesamiento visual, auditivo o sensorial, atención concentración, motricidad, memoria de ejecución, entre otras áreas importantes durante el desarrollo del aprendizaje.

Otro factor muy importante es la genética. Las dificultades de aprendizaje son hereditarias, esto es fundamental, poder reconocerse y evaluarse como padres de familia cuales actitudes están presentes dentro del aprendizaje que sean posibles que estén presentes en los hijos/as.

Por otro lado, cabe destacar que el centro educativo no es el único lugar en que los estudiantes deben aprender y formarse.

Además de la tarea del docente dentro del centro educativo, también se debe de instruir al niño en el hogar y, cuando se dan problemas de aprendizaje, se debe de recurrir a profesionales externos quienes son los encargados de evaluar, diagnosticar y potenciar las áreas con oportunidad de mejora.

Estos profesionales pueden ser en el área de psiquiatría, psicología, neurología, psicopedagogía, terapia de lenguaje, terapia ocupacional, nutrición, entre otros dependiendo del área que se desea evaluar.

Síntomas

Estos son algunos síntomas a los cuales se les debe prestar atención dentro del proceso de aprendizaje según la edad:

Niños de entre 2 y 4 años

Algunas señales tempranas de un problema del aprendizaje pueden ser.

  • Hiperactividad: no pueden mantenerse en su asiento.
  • Impulsividad: no espera su turno.
  • Dificultades de atención: No miran cuando se les habla, no atienden a las instrucciones, se distraen con facilidad, abandonan rápidamente las tareas sin terminarlas.
  • Dificultades para comprender lo que se les dice, cambian de tema o interrumpen constantemente.
  • Dificultad para expresar lo que quieren decir.
  • Problemas para aprender conceptos nuevos como formas, números, animales, entre otros.
  • Problemas de conducta, como molestar a sus iguales, y conductas llamativas como gritar, llorar o romper objetos.
  • Dificultades sociales, son menos autónomos, necesitan la presencia del adulto y suelen preferir jugar con niños más pequeños.
  • En el desarrollo motor, falta de coordinación en general, van rígidos al andar, se tropiezan fácilmente, dificultades además para acciones como colorear, recortar o pegar.

Niños de entre 5 y 6 años

Inicio del proceso de lecto-escritura y cálculo.

  • Presencia de errores en la lectura y escritura confundiendo letras, cambiándolas de posición por letras similares.
  • Les resulta difícil aprender cálculos sencillos por no ordenar correctamente las secuencias de números y a la vez problemas para aprender secuencias temporales.
  • Dificultades para recordar la información aprendida, problemas de atención, motivación y conducta.

Aprendes mejor por medio del movimiento y de la experiencia con el aprendizaje.

Niños de 7 años en adelante

En este momento, si el niño/a no ha aprendido bien a leer y escribir, se deben de incrementar las observaciones y alarmas.

  • Lectura ineficiente: confunde letras, cambia palabras, lee despacio con ritmo entrecortado y errores.
  • Dificultades en la expresión escrita a la hora de hacer redacciones y comprender un texto para responder a preguntas relacionadas.
  • Además no comprende los enunciados de matemáticas, por lo que no puede realizar el ejercicio correctamente ni acabarlo.
  • Por último, pero no menos importante, destacar la presencia de factores emocionales como ansiedad, bloqueos, rechazo escolar o baja autoestima.

Adultos jóvenes (secundaria)

Normalmente en esta edad, estas dificultades ya deben estar detectadas y trabajadas.

  • Continúan los errores de lectura, escritura o cálculo.
  • Baja capacidad para prepararse para los exámenes y organización de tareas, planificación en general.
  • Bajo rendimiento académico.
  • Siguen apareciendo factores emocionales como ansiedad.

Como padres de familia, apoye a su hijo/a y ayúdelo/a a que su experiencia de aprendizaje sea positiva. Fomenta el interés y la curiosidad por aprender, no se concentre en sus debilidades, potencie sus habilidades alimentando su autoestima y seguridad en sí mismo/a.

Le invitamos a conocer nuestros servicios y como en conjunto podemos fortalecer estas habilidades para un desarrollo pleno.

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Desarrollo cognitivo desde la alimentación


La función cognitiva comprende todos aquellos procesos relacionados con el pensamiento, entre los cuales se incluyen la memoria, el razonamiento, el desarrollo del lenguaje, la resolución de problemas o la toma de decisiones. Durante los primeros años de vida, el desarrollo cognitivo va a determinar el aprendizaje y la capacidad de procesar mejor y entender todo lo que sucede en el entorno. Es decir, lo que el niño escucha, entiende y ve. Todo ello es clave en edades posteriores para lograr un mejor rendimiento escolar y un mayor éxito en la vida adulta.

Se considera que la función cognitiva de una persona es el resultado de la interacción de factores genéticos y ambientales, entre los que se encuentra la alimentación. La alimentación incide directamente en el desarrollo del cerebro, el aporte que brinda cada alimento como las vitaminas y minerales juegan un papel importante en el organismo. 

Una nutrición adecuada en la etapa perinatal (gestación, lactancia e infancia) es un factor crítico, ya que los procesos del desarrollo neurológico se inician en la etapa fetal alrededor de la semana 20 después de la concepción, alcanzan un máximo en el tercer trimestre de la gestación (semanas 32 a la 40 de gestación) y continúan tras el nacimiento durante los primeros años de vida.

El tipo de alimentación durante los primeros meses de vida está asociada al desarrollo intelectual en los años posteriores. En particular, es conocido que la lactancia materna se relaciona con un mayor desarrollo intelectual y psicomotor del niño, independientemente de los factores socioeconómicos que interactúan.

Algunas de las patologías por desgracia cada vez más frecuentes en la edad preescolar y escolar, como son los trastornos del déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y los trastornos del espectro autista, se asocian frecuentemente a deficiencias de tipo nutricional, y algunos estudios han conseguido mejoras significativas a través de una modificación en la alimentación de los niños.

Las áreas fisiológicas relacionadas con los alimentos funcionales, son tales como: crecimiento y desarrollo en la primera infancia, regulación de los procesos metabólicos básicos, sistema cardiovascular, sistema gastrointestinal, rendimiento cognitivo y rendimiento/mejora del estado físico.

Importancia de cada alimento:

Proteínas

Son los ladrillos necesarios para crecer y reparar daños en el cuerpo. Se encuentran en: carnes, pescados, mariscos, huevo, lácteos y granos como frijoles, arvejas y lentejas.

Carbohidratos

Nos dan energía y calor para movernos y desarrollar todas las actividades diarias. Son de origen vegetal. Se encuentran en: cereales: maíz, trigo, arroz y sus productos (harina y pastas), verduras, entre otros. 

Grasas

Son la fuente más concentrada de energía para nuestro cuerpo y cerebro. Participa en diferentes funciones específicas y forman parte de los tejidos del cuerpo y de algunas vitaminas y hormonas. Son fuente de calorías para los niños. Se encuentran en: carnes rojas, leche, queso, aceites vegetales (girasol, maíz, ajonjolí), margarina, aguacate, aceitunas, algunas semillas como el maní, pistacho, almendras y nuez.

Vitaminas

Ellas son las vitaminas A,D,E,K,C, complejo B, y el ácido fólico. Cumplen funciones esenciales para el organismo. Ayudan en el proceso de transformación de energía y favorecen el sistema de defensa del cuerpo contra las enfermedades. Se encuentran en casi todos los alimentos en especial en las frutas y hortalizas de origen animal.

Minerales

Los principales minerales que se encuentran son calcio, hierro, yodo, y el zinc. Ellos participan en diversas funciones específicas y forman parte de los tejidos del cuerpo. Los minerales intervienen en el crecimiento, reproducción del ser humano, la función muscular, entre otros. Se encuentran principalmente en alimentos de origen animal.

Fibra

Ayudan con el bienestar del sistema digestivo y previene el colesterol en la sangre. Se encuentran en: los alimentos de origen vegetal, como hortalizas (zanahoria, tomate, lechuga y pepino), frutas (melón, naranja y manzana), granos (arvejas, lentejas y frijoles), verduras con cáscara y cereales integrales.

Se evidencia como la nutrición (que depende de la alimentación que llevemos) condiciona el desarrollo y la salud cerebral. Esto a su vez condiciona la función cognitiva, e incluso determinados nutrientes pueden prevenir los daños relacionados con el envejecimiento. También la alimentación puede influir en el metabolismo, pero además las alteraciones de éstos influyen en el metabolismo que a su vez puede modificar la capacidad cognitiva. Debido a esto, la mala nutrición en la etapa de la infancia y adolescencia atrofia el crecimiento físico y cognitivo. Por lo tanto, es de suma importancia de mantener un equilibrio integral para garantizar un desarrollo óptimo.

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Habilidades Blandas: ¿Por qué debemos enseñarlas?

Las habilidades blandas son habilidades sociales que nos permiten relacionarnos de una manera asertiva con los demás. Sin embargo no suelen enseñar esta habilidades en los Centros Educativos por lo que en el hogar se debe de velar por una enseñanza óptima de ellas.

¿Cuáles son las más destacadas?

  • Autonomía: facultad de la persona para reaccionar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros
  • Liderazgo: motivar y guiar a las personas en un ambiente sano y positivo
  • Comunicación y escucha asertiva: expresar y entender  lo que se desea manifestar
  • Autorregulación: lograr comprender emociones y actuar asertivamente ante situaciones
  • Pro-actividad: tener iniciativa y la capacidad para anticiparse a problemas o necesidades futuras
  • Empatía: Ponerse en el lugar de los demás y ser solidario
  • Gestión del tiempo: eficiencia con el tiempo para alcanzar los objetivos planteados 
  • Trabajo en equipo: capacidad para reconocer a los demás miembros del equipo y pertenecer
  • Responsabilidad: responder a las exigencias de la situación, en los tiempos y formas establecidas
  • Adaptación al cambio: ser flexible con lo que nos rodea
  • Resolución de problemas: Desarrollar soluciones que ayuden a superar las dificultades que se presenten

¿Cómo desarrollar las habilidades blandas?

Dividimos el desarrollo del aprendizaje de las habilidades blandas en cuatro fases:

1. Fase incompetente inconsciente 

En ella desconocemos que existen estas competencias y cómo nos desempeñamos en ellas. Esto significa que mediatizamos muchos de los resultados que obtenemos. Sin embargo, no nos preocupamos por ellas porque no las identificamos como importantes. 

2. Fase incompetente consciente 

Nos damos cuenta de que no poseemos alguna habilidad. En esta etapa tomamos la decisión de seguir adelante con el aprendizaje y desarrollo de alguna de ellas. 

3. Fase competente consciente 

Comenzamos a ser conscientes de que estamos aprendiendo. A medida que adquirimos una competencia, podremos ganar confianza en nosotros mismos y afianzar cada vez más dicha habilidad.

4. Fase competente inconsciente 

Se alcanza cuando la habilidad se ha integrado por completo en nosotros y la ejecutamos en nuestro diario vivir como adaptación al entorno. 

No olvidemos que las mejoras que obtengamos es el resultado de un proceso de aprendizaje. Quizás la genética en este sentido tiene un peso mayor, pero somos nosotros mismos los que tenemos la misión de desarrollarlas y hacer nuestro propio grupo de habilidades blandas con las cuales nos sintamos identificados.

Lcda. Melyssa Segura Castro

Psicopedagoga

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