Evaluando el año lectivo
Llegando al final de este año tan atípico como lo es el 2020 ¿qué pasará el próximo año, mi trabajo, el curso lectivo de los chicos?
Llegando al final de este año tan atípico como lo es el 2020 ¿qué pasará el próximo año, mi trabajo, el curso lectivo de los chicos?
La actividad física no sólo es esencial para un crecimiento y desarrollo saludable, también influye de manera positiva en el aprendizaje, favorece la plasticidad en el cerebro, lo que significa que el cerebro es más receptivo a la influencia del medio ambiente, potencia las funciones ejecutivas como la memoria, la atención, el procesamiento de la información general y las habilidades para resolver problemas.
La actividad física no sólo es esencial para un crecimiento y desarrollo saludable, también influye de manera positiva en el aprendizaje, favorece la plasticidad en el cerebro, lo que significa que el cerebro es más receptivo a la influencia del medio ambiente, potencia las funciones ejecutivas como la memoria, la atención, el procesamiento de la información general y las habilidades para resolver problemas.
Podemos afirmar que las emociones influyen en nuestros procesos cognitivos como lo son la memoria, en el lenguaje, en los niveles de atención e, incluso, en la toma de decisiones. Existen seis emociones básicas presentes en diversos contextos culturales: miedo, alegría, tristeza, ira, disgusto y sorpresa.
Las emociones son la expresión o respuesta de un organismo ante estados internos causados por un evento o estímulo (externos o representaciones). Las emociones se caracterizan por generar un comportamiento dirigido hacia un objetivo, conllevar un cambio en la cognición o percepción del mundo, ser evidenciables mediante gestos interpretados socialmente, ser inconscientes y automáticas inicialmente.
Los sentimientos son experiencias introspectivas de un organismo que surgen a partir de la consciencia del estado emocional. Una característica del sentimiento es tener una valencia positiva o negativa (agradable o desagradable), producto del juicio consciente de la emoción
Por lo tanto, se puede afirmar, entonces, que existen emociones sin sentimientos, pero no sentimientos sin emociones. Además, de esta forma, ambas serían medibles y cuantificables.
La inteligencia emocional viene a aportar positivamente al desarrollo del aprendizaje. Se conoce como inteligencia emocional a la capacidad de percibir con exactitud, valorar y expresar emociones. También es la capacidad de encontrar y/o generar sentimientos cuando éstos faciliten el pensamiento; y poder comprender y regular las emociones para promover el crecimiento emocional e intelectual.
Esta permite que las personas mejoren sus conductas y actitudes en el entorno de aprendizaje y se desarrollen habilidades como: autoconciencia, autoestima, autocontrol, empatía, comunicación y escucha asertiva. Es de suma importancia permitir que los estudiantes comprendan las emociones que experimentan frente a las situaciones que atraviesa, así como entender que es posible sentir diversas emociones.
Muchas veces expresamos o escuchamos estas frases típicas “no me acuerdo”, “se me olvidó”, “mi memoria es muy mala”, “no puse atención”, “pensé que estaba poniendo atención, pero estaba me desconcentré”, y otras relacionadas a nuestra memoria y atención. Es por esto, la importancia de reconocer cuando verdaderamente estamos aprendiendo y este conocimiento se haya insertado en nuestra memoria de forma exitosa.
El aprendizaje es el proceso de adquisición de información, mientras que la memoria supone la codificación, el almacenamiento y la recuperación de la información aprendida.
El aprendizaje es una función compleja del cerebro que está vinculada directamente con otra función: la memoria. Aprender nos permite adquirir un nuevo conocimiento o habilidad, pero, para mantener este aprendizaje, necesitamos retenerlo en los sistemas de memoria, almacenándolo en función al tiempo o tipo de información, lo que implicará una modificación de las redes neuronales o plasticidad sináptica.
La atención se puede definir como la interfaz entre la gran cantidad de estímulos del medio ambiente y la limitada dosis de información de la que somos conscientes. En otras palabras, la atención es el mecanismo que permite seleccionar una fuente específica de estimulación, un grupo de pensamientos o un curso de acción; por ello, se encuentra directamente relacionada con la consciencia. Ha sido vinculada con el control voluntario y las acciones dirigidas hacia una meta.
El aprendizaje está relacionado con cambios relativamente duraderos en el comportamiento, como resultado de la experiencia, que mejoran la adaptación al medio. Osea, nuestra conducta cambió cuando hemos adquirido un aprendizaje. Sin embargo, para aprender y retener, el cerebro tiene que realizar muchas tareas. Entre ellas: codificar y almacenar la nueva información y utilizar esta información en el momento que se requiera.
El recuerdo puede ser rápido y automático en el caso de las respuestas reflejas condicionadas e incondicionadas. Es una reconstrucción del pasado que se basa no solo en la información originalmente adquirida, sino también en los nuevos conocimientos, motivaciones, sentimientos y experiencias que se recuerdan. Es, por tanto, un proceso activo cuyo resultado puede no ser idéntico a la experiencia original.
El olvido, más que una pérdida de la información almacenada (memoria), podría consistir en una mera incapacidad para acceder (evocar) a esa información. En otras palabras, es una pérdida real de la memoria que podría deberse a la falta de uso de las sinapsis involucradas, Sin embargo, suele ocurrir que las memorias aparentemente perdidas vuelven a ser accesibles cuando cambia el contexto externo o interno del sujeto.
A través de los sentidos, los niños y niñas empiezan a descubrir el mundo y construir conocimiento. A partir de la visión, tacto, audición, gusto y olfato, van aprendiendo a reconocer los atributos de los objetos. Todas las actividades y juegos a los que están expuestos los niños y niñas en la primera infancia, desde la dimensión sensorial y sus diversas capacidades, van construyendo información esencial para las demás dimensiones, principalmente la cognitiva. La organización de los recursos y la planificación de actividades sensoperceptivas deben estar presentes en los programas para el desarrollo infantil temprano.
Existen consecuencias dramáticas ocasionadas por una sobreestimulación o baja estimulación de los sentidos desde etapas primarias. De hecho, la selección de estímulos, en cada fase del ciclo de vida, posee un valor que ayuda a la adaptación de cada estudiante. La experiencia sensorial, como toda experiencia, tiene efectos en los circuitos epigenéticos que activarán el desarrollo de ciertas habilidades fácilmente. En cambio, la deprivación de estímulos puede desactivar el surgimiento de capacidades. En este sentido, no solo depende de nuestra biología o genética, se necesita de práctica, uso y potenciación de parte del medio ambiente. Las nuevas tecnologías, campos virtuales y ciberespacio originan una nueva dinámica, tanto en la educación escolar como en la relación entre padre-tutor e hijo. La última generación (generación Z o Linksters), posee herramientas digitales, teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores y otros artículos tecnológicos desde el nacimiento. Sin embargo, existe un lado negativo: la atención se ve disminuida en entornos que se convierten en “ruidosos/estorbos” digitalmente y hace difícil el desarrollo de habilidades de autorregulación.
Existen asociaciones entre ambientes de estimulación sensorial visual excesiva y la vulnerabilidad a desarrollar trastornos de atención y adicción. Como resultado, se ve comprometida la regulación de la cognición y los circuitos de recompensa, lo que conduce a comportamientos impulsivos. Estos cambios en las redes neurales necesitan cada vez mayor estimulación para generar satisfacción, similares condiciones se relacionan con la adicción y el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Los padres, tutores o educadores debemos tomar en cuenta tal información para generar acciones de prevención, pues es posible que se establezcan horas de uso de medios digitales dependiendo de la edad y la utilización en conjunto de padre-tutores e hijos. También, se debe evitar el empleo de aparatos tecnológicos durante descansos, horas antes de dormir y en las comidas o mientras se realiza alguna otra actividad diferente.
No es lo mismo jugar con la tecnología, que aprender con la tecnología. Son muchos los motivos por los que las personas quieren tener y poseer una gama de aparatos electrónicos que simplifiquen la vida, no solo porque se han convertido en una necesidad, sino, que no se puede negar que la sociedad avanza rápidamente hacía un cambio en la forma de pensar, de circular información, y de pretender que todo sea más fácil. Pero se olvidan que la dependencia a estos aparatos: nos quita intelecto, vida, nos consume y por ende afecta nuestra salud visual y en general.
La dependencia a estos aparatos o medios electrónicos también produce la aparición de cansancio, aumento del nivel de estrés, disminución en la capacidad de trabajo, irritabilidad, dificultad para concentrarse entonces el aprendizaje y las actividades realizadas a su alrededor serán recordadas por poco tiempo y la falta de sueño son solo algunas de las consecuencias patológicas del mal uso.
Cabe recalcar que para muchas personas se convierte en una necesidad inherente, ya sea por trabajo, estudio o un simplemente capricho el uso de dispositivos electrónicos, pero las posibilidades de consecuencias negativas por el uso inadecuado e incontrolado a estos dispositivos aparecen como un enemigo silencioso, cuando se presentan simplemente ya es demasiado tarde o el problema se hace visible y permanente, ante la adversidad por ser escuchadas dichas advertencias se hace necesario empezar a reducir su uso, no solo por la integridad física sino por los problemas psicológicos que puede generar en cada una de las personas el uso desmesurado de los aparatos electrónicos.
En el área educativa claro que se puede acompañar de la tecnología, para los niños y jóvenes la tecnología resulta como un factor de motivación y esto potenciará un aprendizaje significativo, siempre y cuando le demos un buen uso y cuidemos nuestra salud visual.
Las investigaciones relacionadas con los periodos de sueño y vigilia demuestran la enorme importancia de este proceso para el buen funcionamiento del cerebro.
Además de tener funciones adaptativas, ayuda a nuestro cuerpo a adecuarse al entorno, a descansar y a recuperarse fisiológicamente. El sueño está relacionado con los procesos cognitivos, sobre todo, con la consolidación de los aprendizajes. De este modo, la falta de sueño puede disminuir la función de los sistemas atencionales, las destrezas motoras, la motivación, las habilidades del pensamiento, la memoria, las capacidades de planificación y ejecución. Una de las causas más frecuentes de alteración en el comportamiento es la sobreexcitación del sistema nervioso, dado que necesita del sueño y descanso para recuperar energía y consolidar aprendizajes.
Al experimentar emociones a partir de la música, interviene la misma región cerebral que se activa ante otras actividades placenteras, como comer o reír.
El sueño no solo tiene una función adaptativa o reparadora, sino que se relaciona con los procesos cognitivos y con funciones tan complejas como el aprendizaje y la memoria.
Los cuatro pilares del desarrollo de la salud de los niños y niñas son: una alimentación saludable y equilibrada, buenos hábitos de higiene, un ejercicio físico adecuado y el descanso. En una sociedad en la que cada vez se nos exige más, resulta muy complejo conciliar la jornada laboral o académica y los compromisos socio familiares con estos cuatro pilares fundamentales para una vida saludable, siendo el descanso la más afectada de todas.
Dormir es una actividad fundamental. Durante este proceso se llevan a cabo funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico del individuo, como, por ejemplo: reparar el organismo para un funcionamiento en condiciones óptimas, eliminación de residuos celulares del cerebro, y se consolida la información captada en los procesos de aprendizaje y memoria.
Si es frecuente, la falta de sueño ocasiona alteraciones metabólicas y endocrinas que incluyen la disminución de la tolerancia a la glucosa y de la sensibilidad a la insulina, cambios en el equilibrio de los sistemas principales del cuerpo, concentraciones elevadas de cortisol por la tarde, aumento del nivel de grelina (promueve el apetito) y reducción de los niveles de leptina (promueve la saciedad). Existe una relación entre la privación del sueño y el aumento del riesgo de obesidad y diabetes.
Tanto la música como el pensamiento y el aprendizaje van a estar estrechamente relacionados con la educación, llegar a enriquecer diversas y diferentes relaciones interpersonales, a mejorar nuestro conocimiento y aprendizaje, y finalmente evitar los estereotipos que existen en la sociedad. La música aporta beneficios en el proceso de enseñanza influye en la manera de actuar y de pensar de las personas y contribuye a modificar la forma en que los adolescentes conocen y comprenden la realidad que los rodea es una herramienta interdisciplinaria en el desenvolvimiento de la enseñanza. El aprendizaje puede fácilmente acompañarse de estrategias que incluyan la música de modo que exista conocimiento, motivación por aprender y enfrentar dificultades en nuestro ámbito social. La música aumenta la capacidad de recordar, procesa de forma sinfónica entre varias partes del cerebro a la vez provoca emociones ya sean positivas o negativas ayuda a la imaginación y la creatividad.
El sueño afecta, también, a la función metabólica ya que ante la falta de éste se incrementan los niveles de las hormonas que regulan el hambre y el apetito.
La privación de sueño explicaría un alto porcentaje del fracaso escolar puesto que disminuye el tiempo de reacción, se produce una desaceleración de la velocidad de comprensión y aparecen episodios de somnolencia en el que se produce una desconexión de nuestra atención. Problemas con el inicio o el mantenimiento del sueño estarían directamente relacionados con una mayor incidencia de problemas de atención e impulsividad detectables en las puntuaciones de los test que determinan el Trastorno por Déficit de Atención. Se trata de habilidades básicas, lo que quiere decir que si un estudiante desarrolla problemas en esta área a causa de la falta de sueño, podría tener una repercusión sobre su proceso de aprendizaje. Además, afecta directamente a nuestra comunicación afectiva y a la interpretación de las emociones de otros.
A través de los años se puede ver que el sueño se hace más corto. Esto puede deberse a un proceso de envejecimiento, a desórdenes del sueño o al desarrollo de malos hábitos para dormir. Al parecer, en la vejez, los pacientes presentan mayor sensibilidad a los estímulos ambientales por la noche, lo que naturalmente provoca un cambio en la calidad y cantidad de sueño. Además, los cambios inmunológicos y metabólicos asociados a la deprivación del sueño se evidencian fuertemente, pues la falta crónica de sueño origina hiperfagia (aumento excesivo por la necesidad de comer) y una elevación de la glucosa sérica debido a la resistencia a la insulina (prediabéticos).
Como dice la frase “para gustos, colores” y es que con la música pasa esto, hay diferentes géneros y no a todos les “suena bien” estar rodeados de música todo el día y menos, si es para estudiar. En consulta, muchos padres de familia preocupados expresan “no sé como hace para estudiar con música”, “esos audífonos no los suelta”, entre otras afectaciones que hacen ver a la música como algo negativo.
Según las investigaciones en neurociencia, la música desarrolla áreas cerebrales que favorecen la atención, la eficiencia y la automatización de los aprendizajes, además de estimular de forma significativa los sistemas sensoriales y motores. Los niños o niñas que aprenden a tocar un instrumento musical desde temprana edad tienen mejores habilidades para el aprendizaje.
Al experimentar emociones a partir de la música, interviene la misma región cerebral que se activa ante otras actividades placenteras, como comer o reír.
La música provoca aumento la capacidad de la memoria, la atención y la concentración, mejora la habilidad de resolución de problemas y el razonamiento complejo/lógico-matemático, es una forma de expresión verdadera, brinda una introducción al aprendizaje de los sonidos y significados de las palabras, e incrementa la creatividad y la imaginación. Al combinarse con el baile estimula los sentidos, el equilibrio y el desarrollo muscular, provoca la evocación de recuerdos e imágenes, lo que mejora la cognición, estimula el desarrollo integral del niño al actuar sobre todas las áreas del desarrollo. El escuchar música mientras se estudia beneficia a las habilidades cognitivas como la memoria, concentración, atención y lenguaje gracias a la activación de más zonas del cerebro.
La música se la caracteriza como fenómeno de interés psicológico, especialmente por la participación de la misma en el desarrollo de experiencias emocionales en las personas, así como define en donde afirma que la influencia motivacional de la música depende del tipo de estilo que se escucha. De esta manera se manifiesta el proceso cognitivo; de habilidades tales como la observación, interacción y retención mientras promueve la identificación y expresión de emociones: con ello el descubrimiento y el entendimiento.
La música facilita la identificación de pensamientos emocionales relacionado con lo que se aprende en el diario vivir y abre una posibilidad hacia la comprensión y el cambio de actitud en torno al aprendizaje. Al escuchar alguna música agradable, se pueden activar sustancias químicas en el Sistema Nervioso Central, estimulándose la producción de neurotransmisores como la dopamina, las endorfinas y la oxitócica. Se experimenta un estado que favorece la alegría y el optimismo en general. El estímulo musical genera una atmósfera emotiva que los condiciona y los prepara para vivenciar las escenas presentadas gracias a los estímulos auditivos y visuales.
La memoria está involucrada directamente con el proceso de aprendizaje y nos permite realizar los diferentes procesos de enseñanza. Así mismo, la inteligencia nos permite ser conscientes de las actividades que realizamos y que las haremos de una forma consciente pensando en el desarrollo del aprendizaje. Cuando existe una buena concentración, esta música nos ayuda a aprender pero debemos saber cuándo esto excede su límite. Los diferentes procesos de activación del cerebro se realizan de manera coordinada con la memoria y la música, las técnicas para la concentración sirven de mucho para el proceso de aprendizaje, la música activa y crea conexiones más fuertes entre los dos hemisferios del cerebro generando.
La música en relación con las otras áreas ha sido una de las más apreciadas por la sociedad ya que han servido como impulso para obtener metodologías acerca de un mejor aprendizaje, además del desarrollo de las funciones ejecutivas superiores.
Tanto la música como el pensamiento y el aprendizaje van a estar estrechamente relacionados con la educación: llegar a enriquecer diversas y diferentes relaciones interpersonales, a mejorar nuestro conocimiento y aprendizaje, y finalmente evitar los estereotipos que existen en la sociedad. La música aporta beneficios en el proceso de enseñanza influye en la manera de actuar y de pensar de las personas y contribuye a modificar la forma en que los adolescentes conocen y comprenden la realidad que los rodea es una herramienta interdisciplinaria en el desenvolvimiento de la enseñanza. El aprendizaje puede fácilmente acompañarse de estrategias que incluyan la música de modo que exista conocimiento, motivación por aprender y enfrentar dificultades en nuestro ámbito social. La música aumenta la capacidad de recordar, procesa de forma sinfónica entre varias partes del cerebro a la vez provoca emociones ya sean positivas o negativas ayuda a la imaginación y la creatividad.
La concentración es la capacidad para fijar la atención sobre una idea, un objeto o una actividad de forma selectiva, la música es de manera positiva o negativa la que influye en el ánimo de la persona, una buena elección musical sirve para que pueda concentrarse y lograr atención de las actividades que desarrolle en su ámbito. Las emociones repercuten de gran manera en el desempeño y la música influye en las emociones, un correcto uso de los recursos musicales puede garantizar un buen desempeño en las actividades que se realicen, en el estudio intervienen factores, entre estos encontramos a las emociones las cuales muchas veces no dependerán de nosotros, sin embargo, con un desarrollo progresivo de la inteligencia emocional se puede llegar a tomar más control de estas.
El aprendizaje socioemocional es el proceso de desarrollar y utilizar habilidades sociales y emocionales. Es el grupo de destrezas que usamos para manejar las emociones, establecer metas, tomar decisiones, y llevarnos bien y sentir empatía por los demás.
Las personas con habilidades socioemocionales desarrolladas están mejor equipadas para manejar los retos cotidianos, establecer relaciones personales positivas y tomar buenas decisiones. Estas habilidades tienen que desarrollarse desde temprana edad.
El aprendizaje emocional, como cualquier otro tipo de aprendizaje, es posible debido a que el cerebro cambia a nivel epigenético y bioquímico para almacenar información y evocarla de manera explícita o implícita. Este aprendizaje se produce por la asociación de un estímulo con estado afectivo.
Las emociones, también, están estrechamente relacionadas con la memoria implícita: aquel tipo de memoria que mantiene recuerdos sobre situaciones o personas. Estos recuerdos se crean a través de condicionamientos y se les conoce como memoria emocional.
La educación en habilidades socioemocionales implica trabajar sobre aspectos bastante complejos, por ejemplo, el autoconocimiento y la gestión de las propias emociones. Por eso, es habitual que empiece a hablarse de estos temas cuando los alumnos alcanzan una cierta edad, normalmente ya dentro de la adolescencia. Sin embargo, en primera infancia es posible fomentar la adquisición de habilidades socioemocionales en los niños.
La clave para desarrollar habilidades socioemocionales en niños pequeños es hacerlo desde un plano concreto, relacionando cada uno de los ámbitos que se quiere trabajar con la experiencia directa y el modelaje de los adultos.
A partir de la adolescencia, cuando los jóvenes alcanzan lo que se conoce como la etapa de las operaciones formales, es posible hacer más explícito el aprendizaje de las habilidades socioemocionales.
Así, en lugar de hablar de manera abstracta de conceptos como la ética, la empatía o la asertividad, se ha demostrado que es mucho más útil para los jóvenes el uso de ejemplos concretos y prácticos, que les hagan reflexionar sobre su propia vida.
Por otra parte, la educación socioemocional es especialmente importante en esta etapa de la vida de los jóvenes. Esto se debe a que durante la adolescencia los jóvenes sufren muchos cambios que generalmente no saben cómo afrontar, y por lo tanto están expuestos a todo tipo de riesgos y problemas que pueden tener consecuencias muy graves en su vida adulta.
Por más orgullo que sentimos al ver crecer a nuestros hijos, es casi inevitable sentir nostalgia al saber que han llegado a esa etapa, entre los 16 y 17 años donde deben cerrar la vida de secundaria y aventurarse en el nuevo viaje que significa el ingreso a la universidad.
Tenemos muchas preguntas e inquietudes al respecto, pero como guías debemos mantenernos en control y tratar de brindarles todo el apoyo y confianza que ellos necesitan, de manera que puedan creer en ellos y luchar por sus metas y aspiraciones.
Una vez más, recuerda tratar y dar a tus hijos las estrategias, herramientas y seguridad que te gustaría te hubieran dado a vos. Ellos son nuestro futuro, confiemos en ellos y amemos más.